No nos damos cuenta de qué es aquello que pensamos ya que a lo largo del día tenemos muchísimos pensamientos y no les prestamos mucha atención, y quién se adentra a hacerlo, descubre, que puede ser caótico porque nuestra mente funciona en muchos casos como un torbellino.
Puede que en determinados momentos del día nos sintamos mal, tristes, desconectados o apáticos y en muchos casos no se debe a algo que nos haya sucedido.
Al igual nos pasa con las emociones más agradables como la alegría, puede que en un momento de descanso del trabajo nos pongamos a pensar en la salida a la montaña que haremos durante el fin de semana y de repente nos sintamos muy bien.
Los pensamientos se generan de manera automática y cada día tenemos los mismos que el día anterior.
Si eres una persona que suele pensar en negativo, estos cargarán a tu cuerpo de energía negativa que sentirás en forma de malestar, tristeza, dolor, incomodidad, enfado, apatía o angustia.
Y lo mismo sucede con los pensamientos agradables o llamados positivos.
Cuando pensamos en algo agradable, automáticamente nuestro cerebro genera una serie de químicos que traslada a nuestro cuerpo dándonos una sensación de bienestar y felicidad haciéndonos sentir bien.
¿Puedes ver el poder que tienen los pensamientos en tu bienestar o malestar y la importancia de prestarles un poco de atención?
No nos han enseñado a pensar y funcionamos de manera automática tal y como en su día aprendimos.
Si tuviste un entorno suficientemente sano en tu infancia es más probable que pienses mejor y de manera más positiva. De lo contrario es normal que tu mente te lleve a pensar en carencia, tristeza, dificultad y miedo ya que es aquello que has vivido o aprendido.
¿Cómo te sueles sentir en tu día a día?, ¿te has parado a pensar cómo piensas?
Cuando sientas con fuerza una emoción agradable o menos agradable, llamadas negativas o incómodas, párate a pensar qué es aquello que estás pensando que te hace sentir así.
Con este ejercicio podrás pillarte y darte cuenta qué es aquello que estás pensando para que deje de ser tan automático, y también, podrás observar cómo te sientes ya que como has leído, pensar y sentir van de la mano.