¿Te permites recibir caricias o gestos que te hagan feliz?
Cuando hablo de caricias estoy hablando de halagos, palabras bonitas, caricias físicas, gestos de cariño, buscar estar en buena compañía…
Hay personas que no soportan recibir halagos, gestos de cariño, caricias físicas o emocionales, palabras de reconocimiento por lo que hacen o por quienes son.
Por contra, no les importa e incluso buscan recibir que les hablen mal, los menosprecien, no ser vistos, no ser tocados física ni verbalmente con palabras bonitas o gestos de cariño.
Estas personas no pueden recibir cariño, reconocimiento o valoración, pero por contra sí pueden y ven normal recibir malas palabras, ausencia de gestos de amor y aprecio por parte de sus seres queridos, habiendo NORMALIZADO SENTIRSE MAL en su día a día.
Cuando somos niños necesitamos recibir caricias, gestos de amor, que nos reconozcan, que nos vean, que nos abracen, den mimo, que nos respeten.
Cuando no hemos recibido esto, pensar en no recibir ningún tipo de caricia nos duele tanto, que nos ponemos a buscar otro tipo de caricias ya que, no recibir ninguna sería tremendamente doloroso.
Entonces, buscamos recibir caricias negativas aceptando que nos hablen mal, menosprecien, no siendo tocados de ninguna manera, porque de esta manera, al menos, aunque negativamente, estaré recibiendo alguna cosa y sentiré que ME VEN y que EXISTO para el otro, sentiré que ESTOY SIENDO TOCADO.
¿Y qué hacemos ahora de adultos? Al estar acostumbrados a recibir caricias negativas porque era lo único que podíamos recibir, reproducimos aquello que aprendimos y recibimos pidiendo más de LO CONOCIDO.
Es con todo esto que explicarían la conducta de estas personas que buscan constantemente ser menospreciadas, maltratadas, o tratadas con poco cariño y respeto, CON PAREJAS QUE NO LES SATISFACEN O RESPETAN.
Antes de leer este post seguramente te costaría entender esto que te estoy explicando, ahora puedes ponerte en el lugar de estas personas o quizás tú, sigues buscando esto en tus relaciones de pareja.
Estas conductas son aprendidas y es la ÚNICA manera en que CREES ahora de adulto, que RECIBIRÁS de los demás.
Cuando logramos darnos cuenta de esto empezamos a desinteresarnos por estas formas de recibir cariño, ya que no nos aportan nada bueno, debido a que era una manera de defendernos en nuestra infancia, para no tener que tocar el dolor de NO RECIBIR.
Entonces, sabiendo esto, empezamos a buscar caricias positivas, agradables, que nos nutran, que nos aporten, que nos sostengan, que nos valoren, que nos den cariño, reconocimiento y todo aquello que ahora siendo adultos nos siente bien y necesitemos.
I dejamos atrás las conductas autodestructivas y de poco amor y valor propio que un día nos CREÍMOS que necesitábamos para recibir amor, QUERIÉNDONOS Y VALORÁNDONOS como realmente merecemos y necesitamos.